La sencillez

Hay viernes que te caen miércoles. Momentos en que todo se derrumba y a nadie parece preocuparle. A nadie menos a alguno, menos a aquel con un corazón de oro.Días en que todo se torna agua, inundado por un mar de llantos. Por océanos de lágrimas que no valen nada. Cuando nadie está para ayudarte, hablarte, darte un abrazo, recurrís a la angustia. Y es en esos momentos donde se descubre la magia y la bondad en una persona. Y todo se pone a prueba. Pero sorprende el resultado y la desesperación recrudece al conocerlo.Pero por suerte tenemos una última chance: el alivio; ese uno, esos dos; esos que con solo decirte hola, te alivian y alegran. Esos o ose o por que no esa, te curan. Es el amor, ese ladrón bueno que se entromete con sigilo y hace magia. Y después morís en carcajadas, cortadas pero vivas. Por eso es que día a día la vida me deja sin palabras y me cambia de un lado a otro. Y me deja tonto por un tiempo y luego vuelvo a vivir. Que lindo es saber que por lo menos alguien va estar en los malos y buenos momentos, con esas palabras, con ese hola por teléfono alegrándote el día. Observemos con asombro la sencillez , a esa magia que nos cura. Lautaro J. Ferrari